Never abandoned

by MILAGROS RAMOS
Tue, Apr 16th 2019 01:00 pm
Director

We are living through very difficult times. Many are living paycheck to paycheck. As we became more aware of, with the government shutdown and so many families not even being able to eat. Many in our society are homeless, including families. Some teens and young adults are dealing with addictions, depression and stress. Some of our children are going through bullying because of their weight or skin color. African-American and Hispanics and people of other cultures are going through more experiences of racism. The number of mass killings because of a race or religion has risen. There is dating, sexual and domestic violence. We are bombarded by violence, the breakdown of families, war, sicknesses, abuses and the list goes on.

There are times we may want to cry out, "My God, why have you abandoned me?" Why does my family have to go through this loss of a love one to cancer? Why me? Why have you given me this cross to carry?  Why is there so much pain and hurt?

At times I will hear someone say, "I don't want to watch the news anymore because there is nothing but bad news. I don't want to hear it." Just writing this all down is overwhelming. Yet we know different because we have faith and we believe.

Jesus resurrection and this time of Easter lifts me right back up and I hope it does the same for you. It makes the weight of all that this life brings much easier to handle. Jesus died and rose from the dead for our sins and the sins of the world. Yet He did not abandon us. He tells us in Isaiah 49:16, "I can never forget you! I have written your name on the palms of my hands." Not only does he tell us that he will not abandon us but Jesus left us the key which gives us the strength and the power not only to get through this life but to reach our ultimate goal of being with God.   This is exciting and gives us hope.

Even Jesus cried out, "My God, my God why have you abandoned me." Yet Jesus knew that He had to do God's will so that we could all be saved. Believing this gives us the strength to continue. We have been hurt but we come to Jesus who heals us and gives us hope.

We can leave all the worries, the situations and concerns at the foot of Jesus cross. Jesus died so that we may have life and life in abundance.   Jesus teaches us that we are made in his image and likeness, that we are the sons and daughters of God that we are the temple of the Holy Spirit and that God will never abandon us. 

At times when we want to cry out, we can probably look back and recognize the missed opportunities presented to us. He may be giving us the way out or the answer to the situation. Sometimes we can look back at certain situations and see the people Jesus put in our lives to help us, yet we did not recognize Jesus in that person and said no or rejected that help.

The Lord has us in the palm of his hand. The Lord will protect us and defend us. We only need to bring all our hurts to the Lord and the Lord will heal us. Allowing the Lords healing power will free us from those things that sometimes weigh us down.

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Vivimos tiempos muy difíciles. Muchos están viviendo cheque a cheque. A medida que nos dimos cuenta con el cierre del gobierno, muchas de esas familias ni siquiera podían alimentar a sus familias. Muchos en nuestra sociedad son personas sin hogar, incluidas muchas familias. Algunos adolescentes y adultos jóvenes están viviendo con adicciones, depresión y estrés. Algunos de nuestros niños están sufriendo acoso escolar debido a su peso o al color de su piel. Los afroamericanos, los hispanos y las personas de otras culturas están pasando por más experiencias de racismo. El número de tiroteos masivos debido a una raza o religión ha aumentado. Hay violencia entre pareja, violencia sexual y doméstica. Estamos bombardeados por la violencia, la ruptura de familias, la guerra, las enfermedades, los abusos y la lista puede continuar.

Hay ocasiones en que podemos querer clamar a Dios, ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué mi familia tiene que pasar por esta pérdida de un ser querido al cáncer? ¿Por qué yo? ¿Por qué me has dado esta cruz para cargar? ¿Por qué hay tanto dolor y sufrimiento? ¿Por qué tuvo que morir tan joven? A veces escucho a alguien decir: "Ya no quiero ver las noticias porque no hay más que malas noticias. No quiero escucharlas". No sé de ustedes, pero solo escribiendo todo esto es demasiado para coger. Sin embargo, sabemos diferente porque tenemos fe y creemos.

La resurrección de Jesús y este momento de PASQUA me levanta de nuevo y espero que haga lo mismo por ustedes. Hace que el peso de todo lo que esta vida aporta sea mucho más fácil de manejar. El peso es mucho más ligero. Él murió y resucitó de entre los muertos por nuestros pecados y los pecados del mundo. Sin embargo, no nos abandonó. Él nos dice en Isaías 49:16 "Yo no te olvidaré.  ¡Fíjate: te llevo tatuada en la palma de mis manos." No solo nos dice que no nos abandonará, sino que Jesús nos dejó la llave que nos da la fuerza y el poder no solo para atravesar esta vida, sino también para alcanzar nuestra meta final de estar con Dios. Esto es emocionante y nos da esperanza.

Incluso Jesús gritó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Sin embargo, Jesús sabía que tenía que hacer la voluntad de Dios para que todos pudiéramos ser salvos. Creer esto nos da la fuerza para continuar. Hemos sido heridos pero acudimos a Jesús que nos cura y nos da esperanza. Podemos dejar todas las preocupaciones, las situaciones y inquietudes al pie de la cruz de Jesús. Jesús murió para que podamos tener vida y vida en abundancia. Jesús nos enseña que somos hechos a su imagen y semejanza, que somos hijos e hijas de Dios, que somos el templo del Espíritu Santo y que Dios nunca nos abandonará.

El Señor nos tiene en la palma de su mano. El Señor nos protegerá y nos defenderá. Solo necesitamos llevar todas nuestras heridas al Señor y el Señor nos sanará. Permitiendo el poder de sanación por nuestro Señor, nos liberará de aquellas cosas que en algún momento nos pesan. Este dolor a veces no nos permite ver más allá de él. Una vez sanados, podemos seguir adelante y hacer la voluntad de Dios, la misión para la cual Dios nos ha creado. Primero, para conocer, amar y servir a Dios en este mundo y luego ver a Dios cara a cara en el cielo. En segundo lugar, amar, servir y ayudar a los demás, especialmente a los pobres y los más necesitados.

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