Tue, Feb 5th 2019 09:00 am
Director, Office of Cultural Diversity
Our Church today in the Diocese of Buffalo and throughout the United States is becoming more and more diverse every day. The diversity that we see in our city is gradually becoming the diversity that we will see in our suburbs. Are we ready to embrace these cultures? Are we ready to forgive some of the hurts that may have taken place so that together we can move forward in peace and harmony?
If we are not ready then we need to prepare ourselves through education, cultural dialogue, prayer and various lived experiences. We can build the vibrant Church of Buffalo. We can thank God for one of the greatest gifts given to us - diversity. It is our challenge to find unity in our diversity.
We are who we are today because of our lived experiences in our churches, our communities and our world. This is where it has brought us. Where we will be in the future depends on our thinking. In order for us to change the way things are, we need to change our thinking. To do this we must challenge ourselves to accept this beautiful gift of diversity.
There are some things we need to put in place in order to move forward in the building of a more welcoming and loving Church. Sometimes we will need to move beyond our comfort zone. Other times we will need to let go of some of the prejudices that our parents or society have given us. We may be asked to do something or to look at things differently. Just because something was always done one way doesn't mean it was the best way.
We can begin by providing educational as well as cultural experiences which opens the hearts and minds to the understanding of unity in diversity. We need to constantly challenge ourselves to make sure that our actions move toward building a more welcoming Church. We can achieve this through sharing our gifts of music, dance and food, and also through cross cultural dialogue. One way to dialogue is to form a book club which meets monthly to share a book they read on racism, cultural diversity, white privilege or cross cultural communication.
The new experiences will enable us to learn more about each other and come to understand some of the racial injustices that still exist in our diocese and in our world. God has the power of transforming the hurt of one person for the development and growth of another person. It is through this transformation that the person who is hurt is healed and both people can walk together stronger and can celebrate our unity in diversity.
How many different cultures exist in your parish? Are they all welcome in the planning of what happens in the parish and at liturgies? Are they members in the various organizations that exist in the parish? Are they part of the decision making in the parish?
Let our prayer be, Thank you Lord for the gift of diversity. Send forth your Spirit of peace and love and strengthen us with the gifts of compassion and understanding so that we can appreciate all the gifts you have given us and all the gifts we see in each other. Amen!
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Nuestra iglesia actual de la Diócesis de Buffalo y através de los Estados Unidos es ya diversa ó se está convirtiendo cada día más y más diversa. La diversidad que vemos en nuestra ciudad gradualmente se está conviertiendo en la diversidad que veremos en nuestros suburbios. Al continuar La Jornada de Fe y Gracia en la Diócesis de Buffalo quizás nos uniremos con parroquias de otras culturas, ¿Estamos preparados para aceptar estas culturas y estamos dispuestos a perdonar algunos de los sufrimientos que han tenido lugar en el pasado?
Si no estamos preparados, entonces necesitamos tomar un tiempo para prepararnos nosotros mismos através de la educación, del diálogo cultural, oración y de nuestras mismas experiencias. Através de estas experiencias podemos construir una Iglesia vibrante en la Diócesis de Buffalo. Nosotros podemos dar gracias a Dios por uno de sus marravillosos regalos que nos ha dado, la diversidad. Es nuestro desafío encontrar la unidad en nuestra diversidad.
Somos quienes somos hoy día por nuestras experiencias vividas en nuestras iglesias, nuestras comunidades y nuestro mundo y es hasta aquí donde nos han traido. Dónde estaremos mañana depende de nuestro modo de pensar y de las experiencias con la iglesia, comunidad y el mundo. Lo que se necesita para que podamos hacer cambios es cambiar nuestra manera de pensar y para poder lograr ésto debemos desafiarnos nosotros mismos para aceptar el regalo hermoso de la diversidad.
Existen algunas cosas que necesitamos poner en su lugar antes de seguir hacia delante en contruir una iglesia más acogida y más amorosa en la Diócesis de Buffalo. En algunas ocasiones nosotros tendremos que ir más allá de nuestra propia comodidad. En otras, tendremos que dejar algunos prejuicios que nuestros padres o la sociedad nos han dejado. Tal vez se nos pida que hagamos algo de una manera distinta ó que miremos las cosas de una forma diferente, porque hacer las cosas de la misma manera que siempre las hemos hecho no significa que sea la mejor manera de hacerlo.
Podemos comenzar al proveer experiencias tanto culturales como educacionales lo cual abre los corazones y las mentes a ser más comprensivos de la unidad en la diversidad. Necesitamos constantemente desafiarnos para asegurarnos que nuestras acciones están construyendo una iglesia más acogida. Nosotros podemos alcanzar esto no sólo compartiendo nuestros talentos de música, baile y comidas, pero también através del diálogo cultural o teniendo una asociación que se reuna mensualmente para compartir las lecturas de algún libro sobre el racismo, la diversidad cultural, el privilegio del americano o através de la comunicación cultural.
Mire las culturas de sus comunidades parroquiales, ¿son bienvenidas en la planificación de la parroquia y en las liturgias? ¿Son miembros de alguna de las diversas organizaciones que existen en su parroquia? ¿Son parte de las decisiones?
Permita que nuestra oración sea, Gracias Señor por el regalo de la diversidad. Envíanos tu Espíritu de paz y amor y fortalécenos con el regalo de la compasión y el entendimiento para que podamos apreciar todos los talentos que nos has dado y todos los talentos que vemos que les ha dado a cada uno. Amén.